Otras historias de amor (2023)


Con tan solo un mes en la empresa, Jorge le dice directamente a su jefe Raúl, que le gusta y que quiere acostarse con él. Su sorprendido jefe, un hombre casado y con un hijo, rechaza inicialmente su propuesta, pero días más tarde y con muchas dudas la acepta. Tras varios meses encontrándose en departamentos de los amigos de Jorge, deciden alquilar uno propio para poder estar juntos. Cuando ambos están enamorados, la esposa de Raúl los descubre. Raúl intenta explicarle que los ama a los dos, pero al día siguiente la mujer intenta suicidarse.

Su hijo, Beto, la encuentra a tiempo y la lleva al hospital, pero descubre la relación homosexual de su padre al leer la carta de despedida. Todo esto hace que se desate un escándalo que llega hasta la empresa, lo que provoca que trasladen a Raúl a la sucursal de Madrid y despidan a Jorge, por lo que van a tener que separarse. Jorge conduce a Raúl al aeropuerto y el nudo en la garganta era cada vez más intenso. Adrede, decide cambiar de camino hacia el aeropuerto, y así poder disfrutar aunque unos minutos más de su compañía. El tiempo empieza a pasar lento. Ambos querían que ese último viaje en auto durase para siempre, o por lo menos un poco más. Recorriendo calles que lejos estaban de llevarlos al aeropuerto, se miraban en cada semáforo que los hacía detenerse, y sólo dejaban de mirarse porque la luz se ponía en verde. Las luces de esos semáforos tenían una extraña bruma que envolvía el auto, y poco dejaba ver hacia delante. En un momento rojo, Raùl se detiene bruscamente para no atropellar un zorro plateado que parecía herido en el medio de la calle, pero así y todo se mantenía en pie.
Por varios minutos todo permanecía inmovil, pero vivo e intenso. El zorro miraba el auto. Ellos miraban el zorro.
Casi coreograficamente, Raul y Jorge abren las puertas al mismo tiempo para bajar y acariciarlo, o por lo menos acercarse. El zorro con solo cerrar una vez sus ojos, hace que las puertas se cierren con fuerza, antes de que ellos puedan bajar.
Entregados a la situación, y sin oponerse, Raúl y Jorge se funden en un reconfortante y enorme abrazo. El zorro dormía frente al auto, justo delante.
Ese brazo duró horas, quizá días.


Emanuel (28)